Vive y trabaja a caballo entre Londres y Turín. Sus obras ponen énfasis en la materialidad y, a menudo, se realizan en contacto directo con el entorno urbano, aprovechando las superficies que componen el paisaje. De hecho, Callery ha colaborado con la Escuela de Arqueología de la Universidad de Oxford durante muchos años sirviéndose del entorno de las excavaciones arqueológicas como parte de su proceso creativo. En estas pinturas los lienzos están marcados, cortados, perforados, empapados en pintura al temple con gran saturación de color y cosidos, de modo que revelan todo tipo de huecos y cavidades. Callery afirma que trabaja «para devolver a la pintura su cuerpo y, como resultado, obtener una mejor conciencia del nuestro».
Texto de la propia galería