Galería Sabrina Amrani (Calle de la Madera)
hilo rojo del destinoes una antigua leyenda asiática que se puede encontrar tanto en la mitología china (红线) como en la japonesa (赤い糸), que se relaciona con la idea de que un hilo rojo delgado e invisible conecta emocionalmente a las personas. Más allá del lugar, contexto o circunstancias que les toque vivir, acabarán encontrándose en algún momento, pues les une un vínculo inquebrantable. Aunque esta creencia ha sido apropiada por la fantasía del amor romántico, el mito en realidad alude a la fuerza del destino que une nuestras vidas, independientemente de la naturaleza de la unión. En un nivel más profundo, se relaciona con la confianza, y con la fe en que algo más allá de nuestras acciones nos sustenta, invocando un hilo rojo atado al dedo meñique como símbolo de una constelación de infinitas conexiones; una red amorosa que es capaz de contener la existencia solitaria de un individuo. Es, sin duda, una creencia encantadora.
Muchos artistas, en su mayoría mujeres no europeas, han hecho uso de los hilos o líneas rojas como reivindicación, como gesto político y emotivo que toca otro aspecto de este mito asiático: su contrarrelato. A veces ha sido un camino, una costura, una mancha, una cascada roja que cae al suelo. En otros, sangre trazada sobre una superficie, como en los sudarios de Teresa Margolles, el rostro ensangrentado de Ana Mendieta o su silueta recortada en la arena. Pero también está en los quipus de Cecilia Vicuña, en las costuras de los cuerpos desmembrados de Catalina Parra, en los trasfondos de Mona Hatoum, y en las fotos bordadas con hilo rojo de la serie A Fine Line .(2022), presentado por Mónica de Miranda en este espectáculo. Esta colección yuxtapone una variedad de trabajos, prácticas y estéticas de artistas, que se comunican entre sí a través del tiempo y el espacio de una manera casi espectral, como parte de una red de conexiones irrevocables. Los asuntos fantasmales son importantes afirma Avery F. Gordon cuando afirma que las apariciones de fuerzas pasadas vienen al presente una y otra vez en formas variadas y complejas. Es también el hilo rojo del destino que, en este caso, subraya un desamor universal.
Texto de la propia galeria